Divagaciones

Una vuelta más al fandom

Muchas cosas han cambiado desde la última vez que escribí a la nada, a ustedes, a los fantasmas que aún pululan por los rincones olvidados del internet.

Pero, existen cosas que no se olvidan. Y hablarle al vacío es una de ellas. Podría contarle a la nube mil cosas y el doble de pesares pero ¿para qué? Para nada, nada importa si al final he vuelto.

A medias, más cansada que antes y con el doble de cringe. Pero volví. Y tal vez siempre volveré para hacer fandom. No porque alguien tenga que hacerlo, si no porque yo quiero hacerlo.

Y antes de que me avienten pasteles por la cabeza, no, no he vuelto para hacer actividades de Harry Potter. La saga siempre será importante para mi, me trajo personas que adoro y experiencias que es imposible borrarme de la piel. Tampoco es como que quiera hacerlo.

Pero ya no la consumo como antes, sigo apreciando el contenido fandom que le grita «Fuck you», a la autora y reapropia la obra. Pero me he movido y tal vez algunos se vayan cuando sepan que he caído en un pozo peor.

Uno lleno de propaganda militar, criminales de guerra y violencia. Caí redondita. Sin frenos y con ganas de meterme el fandom en las venas. Encontré mi lugar, entre cosas más «darks», más dañadas y a veces infinitamente tristes. Y por muy irónico que pueda parecer: reconfortantes.

Caí en Call of Duty.

¿Me arrepiento? En absoluto. Voy barriendo mi espacio, juntando a los exiliados como yo, que cayeron en el pozo después de huir de otros lares. Ahí voy encontrando gente aquí y allá con la que gritar.

Y vamos. ¿Bien o mal? quien sabe, pero vamos.