Bueno hoy toca un tema algo ¿difícil? de trabajar, no porque sea algo inesperado o inusual, que va, es difícil porque cuesta muchísimo saber cuando debemos recortar un texto.
Actualmente las editoriales, sobre todo independientes y españolas están lanzando por todos lados convocatorias de relatos de diferentes longitudes o reciben manuscritos de novelettes ¿qué implica esto? que los autores tenemos un limite de palabras que no se debe sobrepasar.
Para alguien como yo, que escribe cosas muy cortas lo difícil es conseguir meter más sin distorsionar la idea original, pero la gran mayoría de los autores escriben sin medida y suelen sobrepasar la cantidad de palabras permitidas. Así comienza la tortura: meter tijera. Recortar el texto al que tanto empeño se le puso.
Pero no es el fin del mundo, existen diversas formas de recortar textos y no implican necesariamente eliminar cosas enteras, aunque por regla general si te pasaste mucho puede que llegue a ser necesario.
Aunque debemos ser realistas, eliminar escenas o modificar cosas no es algo malo, todos los autores lo hacen. Y si no lo hacen ellos directamente su editor les hará notar «lo que sobra» ¿Porque digo esto? la cosa es simple: no todo lo que ponemos importa. Sigue leyendo «Recortar tus textos no es el fin del mundo|Divagaciones»