De nueva cuenta, tengo aquí un libro que compre durante la FIl Guadalajara 2019 ¿Otro? Sí ¡y los que faltan! en esta ocasión es uno de Jaime Alfonso Sandoval, un escritor mexicano (de mi rancho por cierto) al que tuve la oportunidad de escuchar en una conferencia en el Encuentro Booktube, que iba sobre la adaptación de las creaciones a la pantalla chica o grande.
Puedo decir que fue una charla amena y divertida en especial por la otra panelista que en ese momento acababa de firmar con Netflix la adaptación de uno de sus libros y parecía por sus expresiones que estaban cayéndole encima todas las pedradas que estaba lanzando.
Para mi fue toda una sorpresa enterarme de que es el guionista de algunos episodios de la serie Paramédicos de Canal Once, porque es una de mis favoritas la recomiendo cada que puedo (Veanla, plis) y creo que fue esa charla la que influyó en mi decisión de escoger un libro suyo en cuanto lo vi en el estante de Barco de Vapor.
Se que es el autor de Mundo Umbrío, serie que en su momento no pude leer porque no conseguí ni un pinche tomo en ninguna librería de mi rancho (pinshe San Luis) y de bibliotecas ni hablar. Pero ando en eso porque los andan re-editando y este es el año, aparte mis amigas del circulo de lectura de Volver a Hogwarts lo aman, así que esa es una mayor garantía.
Pero ¿de qué va La Ciudad de las Esfinges? de decirte que tener mascotas es una aberración, bueno no tan así, pero si. El libro completo es una crítica a la sobreexplotación de los animales para nuestro entretenimiento.
Para hacerlo invierte los papeles y en su búsqueda de la presa más extravagante para ser considerados los mejores cazadores del mundo los hermanos Aquiles y Diana Astorga se convierten en las presas de otros animales racionales, los «lemurios«. Seres que han creado y evolucionado de forma diferente a nosotros en su «mundo» en medio del Himalaya, El Tíbet y por allá.
Es así, que comprenden a las presas viviendo en carne propia el cómo ellos han tratado a otros seres, sólo por considerar que carecen de raciocinio o sea igualito a como trata el ser humano a las mascotas (y seres vivos en general). Y no creo que sea intención del libro hacer que tus hijos o tu se sientan culpables y quieran dejar de tener mascotas, pero sí de que te plantees el trato que les das.
Leerlo puede o no hacerte dudar sobre si realmente nosotros somos los únicos seres racionales del planeta, yo digo que no, pero eso es una cuestión personal porque como el libro lo deja patente en algunos puntos de paralelismo entre la sociedad de los «lemurios» y nosotros ¿realmente estamos listos para saber que no lo somos? ¿te gustaría saber que tu mascota intenta pedir ayuda y eres incapaz de comprenderla sólo por considerarla graciosa o inferior a ti?
Hoy el maltrato animal y las teorías sobre si son capaces de comunicarse, tienen preceptos morales y/o son inteligentes es un tema muy relevante pero en el año de publicación original (1998) no lo era tanto, supongo por eso ha sido reeditado en años más recientes (2011-2016-2019, México). Pero esas son las cuestiones que contiene este pequeño libro y tal vez un poco más.
Me agrada la voz narradora a cargo del mayordomo de los chicos Aquiles y Dian: Theodore Farraday. Me gusta su sarcasmo y el cómo se toma las cosas, logró sacarme alguna sonrisa, también lo considero el personaje acertado como narrador objetivo pues por ejemplo, si la experiencia narrada fuera la de Aquiles el libro sería indudablemente angustiante por todo lo que le tocó vivir al chico.
Pero a pesar de que me ha gustado el libro, su referencia a La ciudad de las Bestias de Isabel Allende (voluntaria o no) y de que se me fue en un suspiro, no pude quitarme de la cabeza que en algún momento Theodore Farraday perdiera la cordura y matara gente, pero no paso. Algún día superaré Mortífago de Myriam Moreno (Metanfetamina) y a Theodore Nott pero hoy … no es ese día.