El mundo del fanfiction es basto y tiene de todo, como las viñas del señor. En uno de sus lares entre «Los malos fics y sus autores» y el «si no te gusta no lo leas» tenemos un espacio que se alza como torre y en la cima tiene un faro de luz llamado : Perla Shumajer, la reina de los malos fics. Y es que todos tenemos en nuestro haber un badfic o un mal relato que pensamos es horrible y nos da el síndrome de la avestruz cada que lo recordamos o alguien lo empieza a leer.
No les voy a hablar de su trayectoria, eso ya lo han hecho de forma magistral otros antes que yo para ejemplo esta entrada «Perla Shumajer: el éxito de los badfics» del blog El Dragón Mecánico donde hasta analiza su fama y recopila algunas cosas de su escritura. Pero yo sólo vengo a decirles que debemos aprender de esta gran autora.
En primera: perder el miedo a hacer algo malo. Pero perderlo de verdad, Perla nos demuestra que incluso las cosas más mal hechas pueden tener un público, ojo esto no quiere decir que no te esfuerces por hacerlo mejor; si no que aprendas a que a veces algo te va a salir mal y no es el fin del mundo.
La segunda cosa que aprenderle es a perder el miedo al ridiculo, porque puede o no que sus fics fueran así de malos y bobos a propósito. Pero si pensamos que los hizo así toda la intención del mundo podemos lograr que nos valga lo que otros opinen, que los comentarios chingativos se nos resbalen. Con esto no quiero decir que no aceptes críticas, pero si que aprendas a discernir cuales son con el afan de ofender, de las críticas duras pero necesarias. (de esto después les hago una entrada)
Y la tercera que es la vencida: aprendamos a saber cuando parar. Porque ella lo hizo en el momento adecuado para dejar un legado, en un punto en que si hubiese seguido alargando sus publicaciones sin sentido, corría el riesgo de convertirse en algo que sería recordado con más asco que risa. Supo cuando parar para ser recordada. Nosotros también debemos saber cuando no podemos más, cuando nuestra historia ya se alargó hasta el absurdo o cuando nosotros mismos estamos cansados de seguir el ritmo que llevamos.
Nadie sabe porque ella dejó de escribir, si paro porque quiso o porque la gente y sus comentarios la abrumaron. Pero el hecho de que parara fuese por elección o por sentimiento nos deja una lección, pese a que algunos piensen que no dejar las cosas que nos pesan para cuidar de nosotros es algo que también debemos aprender.
Y eso, es lo que yo puedo decir que debemos aprenderle a Perla, a parte de tener siempre una buena frase para ser recordados, ya sea porque te las ingenias para meterla en todos tus relatos o porque fue tan llegadora que es difícil de olvidar. Así amigos se puede llegar a la posteridad.