Relatos

Lo que no volverá

Si cierro los ojos puedo sentirte a mi espalda, con el brazo cruzado sobre mi dándome calor en las noches frías y sofocándome en las de verano . Si me concentro puedo olerte, fresco y sutil; puedo recordarme y sentirme acurrucada en tu pecho, con la cabeza enterrada en tu cuello. El lugar donde aprendí a reír y llorar contra tu piel .

Confié tanto en ti que te mostré los miedos que me asaltan en la primavera y te abrí los recuerdos de invierno. Te convertí en mi puerto seguro, en lo que más quiero. Pero, también vuelve a mi en un descuido ese aire que me golpea las mejillas y me recuerda que no eres perfecto. Que en ti existen cosas que no van a cambiar que tu pasado es fuerte y pudo más que yo . 

Y lloro contra la almohada mientras me retumban por dentro tus opiniones tan contrarias a la mías, mientras me ahogo en la mezcla de recuerdos que eres para mi . Me regodeo en la miseria de no tenerte y saber que fue culpa mía por no saber ser. 

Pero una ligera parte de mi me grita que sea fuerte, repite una y otra vez que no somos el uno para él otro; que somos tan diferentes . Que el esfuerzo no fue suficiente y que nunca lo será. 

Porque no importa si nos dejamos la piel y se nos secan las lágrimas, ninguno va a cambiar . Hare (mos) rabietas , gritare (mos) al viento cada uno a su manera y al final del día solo quedarán recuerdos. Y el eco de nuestros susurros retumbará en nuestros oídos mientras seguimos avanzando y nos dejamos atrás un trocito de alma que no volverá. 

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